De entrada hemos empezado con una de mis épocas favoritas, la antigüedad y Roma.
Josep ha proporcionado todas las miniaturas y hemos empezado con el despliegue oculto de nuestras fuerzas.
Avanzo con mi caballería toda desplegada en el flanco derecho mientras mis legionarios intentan copar el lado izquierdo y los auxilias avanzan para aguantar en el centro. La caballería ligera es de mejor calidad y eso debería proporcionarme oxigeno y la oportunidad de flanquear sus líneas.
Mi comandante en Campo se encarga de dar moral y apoyo a los legionarios. Creo que he hecho mal dividiendo mis tropas ante un reglamento que no domino pero es una apuesta que de salir me permitirá hacer una pinza aunque pierda el centro.
Mi Caballería avanza en línea recta lo máximo que puede con su formación mientras mis legionarios pivotan para coger la el ángulo correcto e intentar irse a la izquierda de la mesa para enfrentarse a la caballería del cónsul traidor que quiere hacerse con el poder de Roma.
Cambio la formación de la caballería para enfrentarse a las líneas enemigas mientras la caballería enemiga retrocede y busca apoyar el flanco derecho atemorizado por todo el empuje de mis caballitos.
La batalla se desarrolla ahora por todo el campo de batalla mientras las tropas de mi enemigo se reorganizan en la retaguardia para frenar mi impetuoso avance.
Alineo mi caballería del flanco izquierdo para entrar en contacto con su línea mientras la caballería ligera pelea en el trigal con sus auxilias, todos superiores. Nos cuesta entender la parte de En turno propio y en turno contrario.
Mis legionarios no pueden derrotar a la caballería ligera enemiga dada la condición de superior de esta, la hace retroceder cada turno pero sin conseguir una victoria definitiva mientras mi enemigo continua aglutinando tropas que vienen en refuerzo de sus caballerías ligeras.
Finalmente los legionarios se las componen para ahuyentar la caballería ligera pero a costa de haber desasistido durante demasiados turnos el centro de la batalla. En el flanco contrario la caballería ligera no ha podido con los auxilia que plantan cara y parecen ganar la reyerta.
En el centro los múltiples combates se suceden, primero sin un ganador claro, luego con una pequeña ventaja hacia mi enemigo.
El choque de la caballería resulta un fiasco siendo repelidos continuamente y sufriendo bajas. la maniobra de flanqueo de su centro no da los resultados esperados y no consiguen doblegar la línea enemiga. En la retaguardia sus tropas se alinean para contraatacar y forzar la superioridad de su ejercito.
Poco a poco el centro se va perdiendo mientras mis legionarios se dedican a ir a buscar setas maniobrando para volver a la guerra.
La caballería está perdida y no llegan los refuerzos de los auxiliares, sin embargo su línea a quedado desperdigada con los diferentes ataques y las continuas persecuciones. En este juego, como en DBA y similares, la superioridad es un factor importante y determinante.
El flanco derecho se ve sorprendido por el flanqueo de varias peanas que acuden a la ayuda de su auxilia. Se rompen las tablas. Veo que voy a perder esa batalla.
En el centro mi caballería recibe los refuerzos de mi otra unidad de legionarios, pero está seriamente dañada y apenas si podrá hacer nada mas que lamerse las heridas.
Finalmente el centro se pierde y la caída de la caballería ligera provoca la desbandada total de mi ejercito.
Un poco liante el sistema de juego con lo de los turnos propios y contrarios y nos ha costado pillarle el ritmo general al juego pese a sus similitudes con el resto de reglamentos DBx.
Quedamos para una nueva partida en siguientes días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario