Tras la partida celebrada en el club Alpha Ares con Cesar, Jose y Saúl me quedaron algunas dudas acerca del reglamento. Cosas que había que probar y otras que no quedaban claras o que se hicieron mal. Por ello decidí organizar una partida caserilla y, para no hacerlo solo, conseguí la colaboración inestimable de mi mujer.
Preparando la partida |
La primera se compuso de un primera y tres terceras, con algo de equipamiento extra (overgunneds, escalas y almirante) y la segunda se formó con dos primeras y un solo tercera, también con equipamiento extra.
Como buques insignias el primer grupo tenia al Principe de Asturias y de escoltas al San Francisco de Asis, al Bahamas y al Argonauta. Y el segundo, mandado por mi, estava formado del Santísima Trinidad escoltado del Rayo y del San Juan Nepomuceno.
El despliegue inicial quedó tal y como se muestra en la siguiente foto.
Despliegue inicial, el viento favorece a la flota mandada por el Santísima Trinidad y la iniciativa al Principe de Asturias. |
Tras recibir los impactos correspondientes en el trinquete conseguí maniobrar gracias a lo bien que mis capitanes y almirantes superaron sus respectivas tiradas de mando y buscar buen viento.
En el segundo turno la niebla fue sustituida por una lluvia torrencial y un viento fuerte, esta vez de costado, permitiéndome mover primero y dando la iniciativa a mi mujer. Sin embargo el disparo se limitaba a 20cm.
Gracias al movimiento y a la posición de mis navíos conseguí lanzar múltiples andanadas contra los terceras de mi mujer consiguiendo varios críticos y dañando seriamente alguno de ellos.
El Santisima trinidad desata una andanada de fuego contra el Argonauta. |
Las andanadas se suceden y los barcos empiezan a notar el fragor de la batalla. |
En el turno tres el viento se calma y la lluvia desaparece, malditos aguaceros de verano, esta vez el viento se atraviesa haciendo que el turno nos haga mover a uno y después al otro.
El San Francisco de Asis momentos antes de reunirse con las sirenas.. |
El Argonauta embiste al Santísima Trinidad |
El Santisima trinidad antes de hundirse en el fondo del mar. |
Llegados a este punto dejamos la partida por agotamiento de la parte contratante de la primera parte y firmamos un justo empate.
A destacar que si bien alguna norma aún no me ha quedado demasiado clara, tema críticos/salvaciones, el resto empieza a tener mas sentido. Lamentablemente creo haber agotado la paciencia de mi rival y la próxima partida será en el club o en solitario.....
El juego sigue pareciéndome extremadamente sencillo y rápido, dudas a parte. Los barcos son difíciles de hundir y la maniobravilidad de los navíos españoles no es de lo mejor del libro (un solo giro permitido contra dos del resto de flotas). La próxima será entre navíos de diferentes nacionalidades para poder comparar.
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